Hace un porrón de años, mucho antes de que la extirpe humana hubiera involucionado en belenes esteban, dinios y demás subcriaturas, existió un sabio griego llamado Thales de Mileto que, al no tener las distracciones que suponen el Proevolution soccer y el Halo 3, dedicó su tiempo y esfuerzo a resolver problemas aparentemente imposibles.
Se cuenta que le encargaron la difícil tarea de medir la altura de la gran pirámide de Keops. Thales, como buen matemático que es, hizo honor a la vagancia que ya por aquel entonces caracterizaba al gremio y resolvió el problema con un esfuerzo mínimo.
Acompañado por un ayudante, se dirigió al lugar en cuestión para ver la susodicha pirámide. Al llegar allí, tuvo que levantar tanto el cuello hacia arriba que el pobre padeció de tortícolis durante dos semanas. Después de unos minutos de observación, el anciano sabio se tiró al suelo ante la incrédula mirada de su joven ayudante, y le pidió a éste que marcara con dos palitos los extremos superior e inferior de su cuerpo. Inmediatamente, ató un cabo a un extremo, y trazó una circunferencia cuyo radio era su propia altura.
Y entonces esperó, colocado de pie en la primera de las marcas que había realizado. Y mientras esperaba inventó el teorema de Thales. También inventó los harapinaus, pero este invento no tuvo repercusión a lo largo de los siglos y se perdió en la inmensidad del devenir histórico.
El sol fue avanzando lentamente y Thales, ataviado con la camiseta de Iniesta de la selección española y gorrilla de los Chicago Bull, lo contemplaba con extrema atención. Entonces la sombra que él mismo proyectaba alcanzó el extremo de la circunferencia, y en ese momento dejó un sudoku a medio hacer y pidió a su ayudante que marcara el extremo de la sombra de la gran pirámide.
Tras hacerlo, su ayudante lo miró extrañado, pues no sabía interpretar la sonrisilla de satisfacción del sabio. Éste, bebiendo un refrescante vaso de Sprite, le dijo:
-En este momento mi sombra y mi altura coinciden. ¿No es pues razonable deducir que la altura de la pirámide es la misma que la longitud de su sombra?
Sencillo y práctico a la vez. Toda una genialidad.
Como dirían por el sur, ole tus coj..., Thales.
Como dirían por el sur, ole tus coj..., Thales.
Aunque yo me hago varias preguntas acerca de esta historia:
1) ¿Cómo midió la longitud de la sombra, si tendría que haberlo hecho desde la base de la pirámide?
No hay más remedio. El amigo Thales tuvo que hacer alguna que otra medición más de las que cuentan las leyendas y aplicar su gran conocimiento de la geometría.
2) ¿Qué hacía Thales en Egipto?
Respuesta evidente: fue a medir pirámides. Si alguna vez viajo a Egipto pienso hacer lo mismo.
3) ¿Cómo se llamaba el ayudante? Para responder a esto habrá que leer a cualquiera de los que han documentado este hecho: Plinio, Plutarco, Diógenes Laercio (no, este no es el que inventó eso de que guardar la basura mola. Aún así, en los tiempos que corren, es una putada llamarse Diógenes. Y Dinio. Y Jorgejavier).
Un abrazo. No os olvidéis de darle vueltas al coco. En este mundo, la probabilidad de ser tonto de remate y triunfar en la vida es mucho más pequeña que la de triunfar siendo espabilado. Eso sí, los tontos ricos se hacen notar cien veces más. Que se lo digan a la Paris Hilton si no. ¿Sabrá esta tipa quién es Thales?
2) ¿Qué hacía Thales en Egipto?
Respuesta evidente: fue a medir pirámides. Si alguna vez viajo a Egipto pienso hacer lo mismo.
3) ¿Cómo se llamaba el ayudante? Para responder a esto habrá que leer a cualquiera de los que han documentado este hecho: Plinio, Plutarco, Diógenes Laercio (no, este no es el que inventó eso de que guardar la basura mola. Aún así, en los tiempos que corren, es una putada llamarse Diógenes. Y Dinio. Y Jorgejavier).
Un abrazo. No os olvidéis de darle vueltas al coco. En este mundo, la probabilidad de ser tonto de remate y triunfar en la vida es mucho más pequeña que la de triunfar siendo espabilado. Eso sí, los tontos ricos se hacen notar cien veces más. Que se lo digan a la Paris Hilton si no. ¿Sabrá esta tipa quién es Thales?